domingo, 16 de agosto de 2009

Biografia de Benjamin Carrion

Nació en Loja el 20 de abril de 1897.
Infancia plenamente feliz y el ultimo de diez hermanos, fue Bautizado como Manuel en honor a su padre y después le agregaron Benjamín por ser el menor de la familia. Huérfano de seis años, no tuvo instrucción primaria pero su madre le enseño las primeras letras y un poco de francés aprendido por ella de las monjas Belgas de Cuenca. Mas tarde realizo la secundaria en el “Bernardo Valdivieso” donde su profesor de matemática lo orienta hacia la cultura mientras su hermano Héctor Manuel le enseñaba literatura francesa especialmente a los poetas modernistas Baudelaire y Rimbaud. En 1910 pretendió enrolarse durante la movilización general decretada contra el Perú pero fue rechazado por “mocoso novelero”, de suerte siguió leyendo los libros de su hermano. El 13, en cuarto curso, descolló en algebra, trigonometría calculo diferencial.
Durante su vida cultural y política ha desempañado varios cargos y funciones honrosas. Fue Ministro de Educación Publica, candidato a la Vicepresidencia de la República por la izquierda ecuatoriana, líder del partido Socialista. Critico literario y ensayista. Escritor febril, de estilo muy suyo; maestro de juventudes; político y poeta; periodista y luchador; hombre en quien el civilismo ve a uno de sus mas elevados y reales representantes.
Hablar de Benjamín Carrión es expresar la enorme importancia de un hombre que mucho ha dado para el triunfo de la causa de la idea en el Ecuador. En el presente, su figura venerable por todo concepto que forma parte de ese santoral que el mismo definiera tan bien, configurada por la seriedad de trabajo y por lo ameno de lo trascendente es familiar, aleccionadora y sumamente apreciada por muchísimas promociones de intelectuales no solo del país. Su nombre ha rebasado los linderos patrios para volverse símbolo de americanidad a los ojos del mundo.
Su iniciación, como en la generalidad de escritores de versos; ámbito en el cual, de triunfo en triunfo fue ganando nombradía a la par que se le presentaba la apertura de los círculos literarios y consiguientemente, las relaciones con los hombres de letras.
Viajo a Europa en misiones diplomáticas y, por las mismas razones, a otros países, especialmente a México que, según propio decir, es su segunda patria.
Carrión es sembrador por convicción propia, un protector de las ideas de otros hombres. Muchos de los hombres de cultura en el Ecuador han recibido de su pluma el espaldarazo consagratorio y su amistad muchos de ellos, lo mas favorecidos, como el bíblico Pedro, han negado al maestro; pero, no con esa negativa de bondad para que no se le apresara, sino con aquella perversa que engendra la envidia cuando la obra no puede ser superada; una de las mas claras inteligencias de América, “la cifra mas alta de la inteligencia ecuatoriana”. Su pluma ha paseado el nombre de Ecuador por latitudes del mundo. Sus libros contienen valiosas enseñanzas para la juventud de su patria, de las patrias de nuestro continente.
Entre sus obras que le han identificado como uno de los escritores mas sobresalientes del Continente, anotamos: “Los creadores de la nueva América”, “Mapa de América”, “Atahuallpa”, “Índice de la poesía ecuatoriana contemporánea”, “Cartas al Ecuador”, “García Moreno, el Santo del Patíbulo”, “el nuevo Relato Ecuatoriano”, “Por qué Jesús no vuelve?”, “El cuento de la Patria” , forman parte de la notable bibliografía de Benjamín Carrión.

PRINCIPALES OBRAS
1928 Los creadores de la nueva América
1929 El desencanto de Miguel García
1931 Mapa de América
1934 Atahuallpa
1938 Índice de la poesía ecuatoriana
1943 Cartas del Ecuador
1951 El nuevo relato ecuatoriana
1954 San Miguel de Unamuno
1956 Santa Gabriela Mistral
1958 García Moreno, el santo del patíbulo
1960 Nuevas cartas al Ecuador
1963 Por qué Jesús no vuelve
1967 El cuento de la patria
1970 Raíz y camino de nuestra cultura
1980 El libro de los prólogos
1981 América dada al diablo
1995 Correspondencia (cartas a Benjamín Carrión)

Su “Galería de santos del espíritu”, contempla nombres de aleccionamiento total, así, digamos, como Miguel de Unamuno, Gabriela Mistral.
Periodista de larga y eficaz trayectoria; su cultura amplísima le ha recomendado valía autentica que ha sabido demostrarla en todas sus manifestaciones; novelista ágil. La mayor robustez de su prestigio, recae sin duda alguna, cuando aborda la interpretación sociológica para estampar el ensayo que desborda interés por el lado que se lo mire y conocimientos plenos de las materias que trata.
Defensor de los postulados de la reivindicación del hombre, no solo una vez ha salido fuera del país en calidad de exiliado político, a acrecentar en otras patrias su importancia ineludible; idealista cuya idiosincrasia no le ha torcido el vendaval circunstancial, ni la dadiva que frecuentemente ofrecen para amordazar la libre voluntad de expresarse.
Hombre sincero y humilde; odia la pedantería; su frase es de equilibrio de concepto, aconsejadora para no pocos de sus lectores, seguidores literarios o doctrinarios.
Su obra máxima constituye la creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Institución que por más de cinco lustros labora en bien de las disciplinas mentales no solo de la Patria. Por esta Entidad se conoce que existe el Ecuador en varios países del mundo. Con motivo de cumplirse veinticinco años de la fundación de esta ilustre Casa, la Matriz y sus Núcleos ofrecieron a Carrión homenaje sencillo, pero de indiscutible significación en Quito.
El premio “Benito Juárez” que, el gobierno mexicano, le otorgo en reconocimiento a su americanismo acendrado en consonancia a sus dotes espirituales muy abundantes, es presea que no honra singularmente a quien con la mayor justicia la recibió, sino a su patria toda. Benjamín Carrión Premio “Benito Juárez”, al afianzar mas las relaciones del Ecuador con aquel país del águila y del nopal, con aquel país hermano nuestro, se ha convertido en americano cuya valía marcha a la par de la de los principales portaestandartes del prestigio de esta tierra tan legendaria y, a la vez tan paradójica.
Es gloria viva del Ecuador. Le restan todavía buenos años para aumentar ese caudal que, saliendo de su nombre, termina en su propio nombre, luego de haber humedecido de desorientación, esclarecido predios nebulosos, dado más al eterno brillo de la Patria.
“Benjamín Carrión es un animador, es un incitador. Es su acción y su literatura. Testimonio de lo primero es la obra que realiza la Casa dela Cultura, institución ejemplar con la que Benjamín Carrión se halla identificado hace años, que no es imaginable concebir su rumbo bajo otro capitán. El autor de “Atahuallpa” ha logrado hacer de esa colmena de espíritu un caso de aponimia continental: por –según hubo de expresarlo en el mismo Quito, en la deslumbrante ciudad, gloria del barroco de indias-, nombrar al Ecuador en cualquier lugar de América, es tanto como decir: Casa de la Cultura”. (Guillermo de la Torre, del libro TRES CONCEPTORS DE LA LITERATURA HISPANOAMERICANA, Buenos Aires).
Jovial en el trato, de personalidad recia, mas que todo hombre de carne y hueso que no se encierra en si mismo; diferente, muchísimas veces diferente a tantos escritorzuelos criollos “novísimos que por publicar pequeños libros con autoelogios creen que han superado sus complejos parricidas, y que sin tener mas antecedentes que el grito de una falsa y mal rebuscada insurgencia con medio cohersitivo para que se les reconozca sus “aptitudes”, creen vivir en un tercer mundo como si aquel fuese apto para sus complejos freudianos.
“Los creadores de La Nueva América”, con prologo de Gabriela Mistral, que contiene la exegesis de José Vasconcelos, Manuel Ugarte, Francisco García Calderón, Alcides Arguedas, en paginas de brillante estilo, tuvo gran éxito a su publicación. “El desencanto de Miguel García” es una novela política que fue publicada en España en 1928, que conjuntamente con “Por qué Jesús no vuelve?” son sus únicos libro en este genero literario.
En “Mapa de América”, con prologo de Ramón Gómez de la Sema estudia varios autores, entre ellos pablo Palacio, Teresa de la Parra, Jaime Torres Bodet.
Su obra “Atahuallpa<”, vasto y bien proporcionado tapiz en el que se muestra el final del incario, es la mejor obra de Carrión, tanto por su estilo cuanto por su contenido. “El nuevo Relato Ecuatoriano” libro de gran utilidad para la literatura de nuestro país donde encontramos toda la producción contemporánea, hasta 1959 en este campo, del Ecuador.
En sus “Cartas al Ecuador” se demuestra el escritor político, incisivo. Constituyen sus jornadas de lucha por la causa de la democracia ecuatoriana y americana. “García Moreno, el Santo del Patíbulo”, obra de presión y de polémica. Retrata la vida de este tristemente celebre personaje.
“El Cuento de la Patria” es una de sus últimas obras publicadas, en la que con voz mística nos adentra en los predios de nuestra nacionalidad.
El nombre de Benjamín Carrión –Loja, 20 de abril de 1879, Quito, 8 de marzo de 1979-, es una huella que marca indeleblemente la vida cultural del Ecuador en el Siglo XX y trasciende sus fronteras ganando el reconocimiento y la admiración en todo el ámbito intelectual de Latinoamérica.
Escritor de elevado estilo, pensador profundo cuya reflexión se ocupo de los mas diversos temas vitales no solo para su patria sino para el continente americano y aun del mundo que le tocó vivir, la figura de Carrión sobresale hasta hoy en este panorama, más allá de posibles apreciaciones controvertibles, naturales en una personalidad de tan recias convicciones e integridad ética.
Hombre publico que ocupó importantes posiciones en la administración y la diplomacia del Ecuador y llegó a ser candidato a la Vicepresidencia de la república, catedrático universitario, fundador de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, propuso a sus compatriotas una meta histórica que ejemplifico con su propia vida, dedicada por entero al enriquecimiento de la cultura nacional: hacer del Ecuador una potencia cultural, ya no militar ni económica.
La obra de Benjamín Carrión fue reconocida y valorada repetidamente en el ambiente internacional habiendo alcanzado una serie de distinciones: El Premio Benito Juárez, que le fue entregado por el Presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz, quien hizo un elogio de la extraordinaria personalidad artística, literaria y humana del escritor ecuatoriano.
Benjamín Carrión fue un hombre superior. Alcanzo las más altas costumbres del saber. Sus libros fuero leídos y estudiados en los más prestigiosos círculos internacionales de América y Europa. Su nombre figura en múltiples reuniones internacionales de cultura, junto a los calificados del pensamiento contemporáneo, y fue objeto de singulares honores.
Un patriota desinteresado y sincero; cuando el Ecuador fue derrotado en 1941, la voz del maestro se elevó para formular una acerba requisitoria: “Nos ha tocado vivir la época mas dura por desinteresada, por regresiva, por vergonzosa y trágica de nuestro vivir llamando republicano, la patria ha sido humillada y vencida. A los hombres libres del Ecuador les ha tocado presenciar, impotentes, el asesinato del pasado, la anulación del presente, la mutilación del provenir nacional”. Luego mantuvo la urgencia de “volver a tener patria”. La necesidad de “concebir la nueva patria en grandeza moral y material”.
Carrión murió luchando, acusando el asesinato del líder y fundador del FRA (Frente Radical Alfarista) Eco. Abdón Calderón Muñoz. Con voz firme señalo el delito ha sido cometido por quienes tienen poder; se trata de un asesinato político perpetrado el 29 de noviembre de 1978.
A más de su labor de maestro, que vive en el espíritu de sus discípulos palpita en el corazón de los ecuatorianos; Benjamín Carrión nos deja la riqueza imponderable de sus obras literarias.
Benjamín Carrión bondadoso hombre y, a veces, excesivamente bondadoso critico, porque él siempre alentó, sin envidias ni egoísmos, a todos los escritores y artistas, cuando acudieron en demanda de aprobación o estimulo: el escritor que con su larga trayectoria humana y literaria demuestra el talento y fortaleza propios de una personalidad en la que detallan el alma y el perfil del mestizaje atado al continente, ha presidido con su influencia positiva y benéfica durante medio siglo, el desenvolvimiento literario del país. Su obra creció al amparo de individuos y geografías, y en su vida de diplomático y profesor universitario, dos situaciones ocuparon lugares preferentes: la investigación y una labor abnegada al frente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, fundada por él y que durante muchísimos años se mantuvo bajo su Presidencia.




Bibliografía:
Diccionario de la literatura Ecuatoriana. Por Franklin y Leonardo Barriga López.
El cuento de la Patria. Por Benjamín Carrión
Atahuallpa. Por Benjamín Carrión
Hombres Notables del Ecuador
Diccionario Biográfico de Ecuador. Por Rodolfo Pérez.